Bienvenidos. Hace algún tiempo realicé este singular camino, y me gustaría, compartir con vosotros, por un lado algunos datos técnicos que creo interesantes y por otro las vivencias, las situaciones, el conjunto de cosas que hacen del Camino una experiencia única que transciende la manera de ver la vida del peregrino y que va mucho más allá del mero hecho de caminar algunos kilómetros, de contemplar bellos paisajes, o de conversar con algunas personas, tanto hoy como desde hace siglos.
Bem-vindos. Já faz algum tempo que realizei este singular caminho e gostaria de compartilhar com vocês, por um lado alguns dados técnicos que acho interessantes e por outro as vivências, as situações, o conjunto de coisas que fazem do Caminho uma experiência única que transcende a maneira de ver a vida do peregrino e que vai além do simples fato de caminhar alguns quilômetros, de contemplar belas paisagens, ou de conversar com algumas pessoas, tanto hoje como desde há séculos.

jueves, 19 de julio de 2012

Etapa 03: Cizur Menor - Villatuerta

Viernes, 15/06/2012
Distancia: 38,1 Kms
Me levanté temprano (5:50), me arreglé y recogí las cosas en la mochila. Había a esa hora bastante poca gente levantada, pero Mathieu ya estaba alli dándome los buenos dias. Hice una cafetera grande de café para mi y para el resto de personas que poco a poco iban apareciendo en la cocina con cara de sueño. Tomé un cafecito y una tostada con margarina y mermelada. Las provisiones del albergue creo que las compraba el propio Mathieu con los donativos de los peregrinos, así que yo también colaboré y coloqué un dinerito en la hucha. Estuve un poquito conversando con el hospitalero y con algún peregrino mientras por la ventana se veía el amanecer lindo y aparentemente fresco del día, que prometía ser soleado y después salí. Realmente hacía bastante frío.
El camino desde Cizur transcurre por una senda de tierra y gravilla fina de aquella que es perfecta para hacer kilómetros, cómoda y con una rampa suave hacia arriba, que a lo largo de las etapas encontré que es la mejor situación con la que te puedes deparar para caminar de una manera confortable y tranquila.
Sobre las ocho y cuarto de la mañana, entre campos de trigo o cebada, no conseguí distinguir muy bien, y en un entorno agrícola ecológicamente correcto, llegué a la localidad de Zariquiegui. Ya en el propio pueblo las calles acentúan su pendiente y cuando la abandonas, te das de cara con la subida que conduce al Alto del Perdón.
Las rampas del alto, son de una inclinación moderada y muy constante, pero muy fáciles de subir, sin grandes sobresaltos ni discontinuidades. El paisaje es bello y a medida que se gana altura, van apareciendo en el horizonte una gran cantidad de aldeas. El perfil del alto que aparece como una muralla, está coronada por innúmeros molinos de viento modernos de generación de energía electrica. Llegué al Alto del Perdón un poquito antes de las nueve, después de una subida continua de una media hora minuto más minuto menos.
En el alto hay una serie de figuras recortadas en chapa gruesa de metal, que simbolizan personajes de épocas medievales, burros y caballos... por lo menos eso es lo que percibí. Sé que me llamaron bastante la atención.
La bajada es muy incómoda con piedras de canto rodado grandes y resbaladizas que dificultan muchísimo el paso, es realmente un rompe piernas. Mucho peor la bajada que la subida, tuve que cuidar bastante a cada paso, porque lo que más te preocupa es que por una tontería de paso en falso, sobre todo en este tipo de terrenos, puedes quedarte sin Camino de Santiago, así de sencillo. Bajé con cuidado y después de una media hora el camino se serena y vuelve a la normalidad. Pasé por una especie de santuario con una estatua muy blanca de la virgen y cerca de las diez llegaba a Uterga; en menos de cinco minutos había atravesado el pueblo y continuaba hacia el próximo, Muruzábal, donde llegué sobre las diez y media. En la plaza de la Iglesia de San Esteban, hice un alto, me senté en uno de sus bancos, me quité la mochila y desayune un bocadillo y un plátano que a partir de esta etapa institucionalizaría como desayuno oficial. También me tomé un botellín de medio litro de agua. Terminado el desayuno, que generalmente duraba una media hora para poder descansar las piernas, me quité el polar ya que el frío de la mañana a estas horas daba paso a un sol intenso y me quedé en manga corta. Después de pasar protector solar, crema de cacao en los labios y ponerme el sombrero de peregrino, continue camino hasta la próxima aldea, que realmente estaba muy próxima. Llegué a las once y media a Óbanos, y de ahí hasta Puente la Reina es un momento; a las doce del mediodía ya estaba allí.
Recorrí las calles de Puente la Reina, hice bastantes fotos, admiré las diferentes iglesias que aparecían a mi paso; realmente es una ciudad histórica en el camino principalmente por su puente sobre el río Arga. Paré a comer antes que otros días, era la una, y cuando entre en el restaurante Joaquín, pregunté si servían menú del peregrino a esas horas, como me dijeron que sí, y había hambre, me quedé a almorzar. El menú muy bueno y bien servido. Poco después de las dos de la tarde, salía del restaurante y atravesaba el famoso puente, desde donde la ciudad aparece como un conjunto de casas antiguas y apelotonadas reflejándose sobre el río, con algunas torres de iglesias sobresaliendo entre ellas... estampa bonita.
Desde Puente la Reina hasta Estella, donde debería terminar mi etapa de hoy, había una distancia de algo mas de 20 km, que se me antojaba muy grande bajo el pesado sol de la tarde. Realmente mucho calor, casi insoportable, tomé mucha agua (3 litros?). A las 3 y cuarto estaba en Mañeru. Sin parar, apenas contemplando el paisaje a paso ligero y haciendo alguna foto que otra, a las cuatro menos cuarto pasaba por Cirauqui, aldea con calles empinadas, tanto que algunas estaban provistas de escaleras de piedra.
El camino era muy bonito visualmente, pero el sol era agobiante. Paré para llenar las botellas de agua en Lorca, a eso de las cinco. Como no encontraba un bar abierto, y la sed apretaba, y estaba sin agua, pregunte a un transeúnte si había una fuente pública por allí cerca; me indicó la plaza del pueblo. Cuando llegué a la plaza y vi la fuente, tenía un letrero encima donde se leía... fuente pública de agua no tratada; no sabía muy a ciencia cierta lo que eso significaba, pero no importaba, llené la botella y me bebí medio litro de un trago. Luego llené las dos botellas en un santiamén. En eso pasó un hombre del lugar y le pregunté si se podía beber de aquella fuente... un poco tarde para preguntar pensé para mi mismo, pero... mejor saber la respuesta. Me dijo que no había problema, que nunca había pasado nada. Al poco llegó un italiano exhausto y me preguntó lo mismo... yo como estaba bien y el paisano me había dicho que tranquilo pues le dije lo mismo al italiano, en fin, si daba algún dolor de barriga, ya lo sabríamos después. 
Sobre las seis llegaba a Villatuerta, agobiado por el calor y bastante cansado. Aunque hoy tenía que llegar a Estella, preferí quedarme en Villatuerta por dos motivos. Primero para reservarme y no acabar hecho polvo ya en la tercera etapa, los cuatro kilómetros que me separaban de Estella, ya los haría mañana, total, solo levantarse un poco antes. Segundo, no sabía si a las horas que iba a llegar a Estella encontraría albergue, y aquí en Villatuerta lo tenía garantizado.
Me hospedé en el albergue de Villatuerta... lindo, solo entrar la hospitalera, Simone, brasileña, de Santa Catarina, me ofreció un vaso de agua fresca que me vino perfecto. Me parecía que estaba en Brasil... muy buen ambiente. Hablé bastante con ella y con el hospitalero, Miguel. Cené en compañía de un puertorriqueño, una mexicana y un valenciano. El ambiente era estupendo, me sentía como en casa, cocina con todo lo que necesitase para preparar la cena, lugar acogedor. Como ya había lavado la ropa y me había duchado antes, estuvimos conversando bastante mientras cenábamos. Cuando miré el reloj eran cerca de las diez, así que como el día habia sido bastante kilométrico y cansado, casi de manera unánime nos fuimos todos a dormir.

Zariquiegui

Subiendo el Alto del Perdón (pasado Zariquiegui)

En el Alto del Perdón

Campos de Trigo (Uterga)

Llegando a Uterga

Iglesia de San Esteban (Muruzábal)

Calle Mayor e Iglesia de Santiago (Puente la Reina)

Vista de la ciudad y del puente del siglo XI (Puente la Reina)

Calles empinadas (Cirauqui)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Villatuerta)

1 comentario:

  1. Hola, que lindo ver tu reseña del Camino. Ya lo hare en un par de años. Uno de los aspectos que deso disfrutar es la gastronomia del Camino que dicen es variada y segun las diferentes regiones que atraviesa. Ojala puedas añadir algun recuerdo de esos menues que mencionas.

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