Bienvenidos. Hace algún tiempo realicé este singular camino, y me gustaría, compartir con vosotros, por un lado algunos datos técnicos que creo interesantes y por otro las vivencias, las situaciones, el conjunto de cosas que hacen del Camino una experiencia única que transciende la manera de ver la vida del peregrino y que va mucho más allá del mero hecho de caminar algunos kilómetros, de contemplar bellos paisajes, o de conversar con algunas personas, tanto hoy como desde hace siglos.
Bem-vindos. Já faz algum tempo que realizei este singular caminho e gostaria de compartilhar com vocês, por um lado alguns dados técnicos que acho interessantes e por outro as vivências, as situações, o conjunto de coisas que fazem do Caminho uma experiência única que transcende a maneira de ver a vida do peregrino e que vai além do simples fato de caminhar alguns quilômetros, de contemplar belas paisagens, ou de conversar com algumas pessoas, tanto hoje como desde há séculos.

jueves, 7 de junio de 2012

El Calzado
O Calçado

En este post voy a analizar lo que puede ser considerado como uno de los aspectos más importantes desde el punto de vista técnico en el Camino de Santiago: el calzado. Es de suma importancia, y así la propia palabra camino es el sustantivo del verbo caminar, es decir, en el camino andamos, y bastante; creo que alrededor de 820 km del propio Camino más, dependiendo de la curiosidad de cada uno, unos 100 kms adicionales en paseos por las urbes, visitas a lugares, y otros eventos que nos obligan a "usar los pies". Como indiqué antes, desde el inicio del Camino en Saint Jean Pied-de-Port, hice la promesa de no usar otro medio de locomoción que no fuesen mis pies hasta llegar a Santiago de Compostela, y así fue. En Santiago, continué a pie, y solo al día siguiente, ya de tarde, tomé un autobús que me conduciría al aeropuerto de regreso a Barcelona.
Bien, volviendo al tema del calzado, lo que escribo en este post, refleja una opinión propia, forjada desde bastante antes del inicio del camino, a través de entrenamientos diversos, caminatas y consideraciones climatológicas. Así pues, creo que en este tema se pueden citar muchos factores que contribuyen a decidir que material usar, aunque la decisión final corresponde a cada individuo en función de lo que lee, lo que escucha de otros peregrinos y de personal especializado, y también, y creo que muy importante, de su propia experiencia adquirida en el entrenamiento y preparación previos al Camino.
Un hecho importante es la climatología, así, yo hice el Camino entre los meses de Junio y Julio, que en España corresponde con el inicio del verano, caracterizado por un clima seco y, en la zona norte, donde se desarrolla la caminata, fresquito por las mañanas y caluroso o muy caluroso a partir de las 9 de la mañana en adelante. Solamente la humedad hace acto de presencia en la región de Galicia, aunque eso sucede apenas en las primeras horas de la mañana. La lluvia puede sorprendernos ocasionalmente y, en mi caso, de las 21 etapas totales, 4 estuvieron afectadas por una lluvia débil o moderada.
Otro hecho importantísimo lo constituye la calidad del terreno que nos vamos a encontrar a lo largo del Camino. A groso modo, si tuviese que establecer porcentajes, diría que un 60% está formado por pistas de tierra bastante planas donde la caminata es fácil y llevadera, un 25% de caminos de montaña con abundantes piedras y cantos rodados así como superficies desiguales donde se debe mirar bien por donde andamos y un 15% restante de pista de asfalto o arcenes de carreteras. Esta clasificación la hago totalmente a ojo, pero creo que no me desvío mucho de la realidad.
Lo que está claro es que no nos vamos a encontrar terrenos donde tengamos que "grimpar", esto es, tener que ayudarnos de las manos para subir o bajar un terreno de gran desnivel, ni tampoco nos vamos a encontrar tarteras llenas de piedras por entre las cuales debamos abrirnos paso. Desde esta perspectiva, el camino se asemeja más a un paseo tranquilo, con la diferencia de que su longitud es mayor.
Por último, otro factor no menos importante es la constitución física de cada uno, que puede decantar la elección del calzado para uno totalmente distinto al que yo utilicé.
De acuerdo con estos datos, lo primero que descarté fue la posibilidad de usar botas cerradas hasta el tobillo, de las típicas de excursión. En mi opinión en clima de verano, en este tipo de recorrido, unas botas así pueden literalmente cocinar los pies. Sé que existen botas ventiladas, pero en mi caso no las usé; en fin, cada uno tiene su opinión.
Para el Camino llevé dos zapatillas deportivas convencionales, unas más de tipo "running", para las partes mas tranquilas y lisas del camino y otras de tipo "trail" para los terrenos más accidentados, y aquí hago hincapié en que en el Camino no hay partes que puedan considerarse como montaña de verdad. Hecho importante es que las dos zapatillas sean parecidas y polivalentes, de manera que puedas usar en asfalto las de "trail" y viceversa.
En las zapatillas lo que más valoré fue el hecho de ser amortiguadas, esto es, cualquier sistema de amortiguación de impacto, ya sea gel, colchón de aire u otro polímero o material. Hay que considerar que el número de pasos en el camino es elevadísimo. También valoré mucho el factor ventilación y, por otro lado es recomendable que el calzado sea lo más ligero posible.
Llevar dos zapatillas tiene la ventaja por un lado de acomodar el calzado al tipo de terreno, pero deben ser considerados algunos hechos importantes. Si llueve, puedes dejar unas zapatillas secando mientras usas las otras. Si por motivos de la exigencia del camino unas zapatillas sufren deterioros importantes, tienes otras para usar.

Zapatillas tipo "running" para las partes más tranquilas (la mayor parte)

Detalle del talón (debe tener un buen sistema de amortiguación)

Zapatillas tipo "trail" para las partes más exigentes

 Detalle de la suela con mejor agarre al terreno

Video ilustrativo sobre Adidas Response Cushion 20

Video ilustrativo sobre Asics Gel Fuji Attack

En fin, cada uno puede tener su opinión sobre el tipo de calzado a usar, y aquí he expuesto la mía como una más. En mi caso, y sin ser zapatillas caras ni muy sofisticadas, funcionó super bien. El único dato destacable o anecdótico es que cuando llegué a Santiago, tuve que tirar a la basura mis zapatillas de tipo "running". Se comportaron muy bien durante todo el camino, pero terminaron bastante estropeadas.
Las zapatillas de las fotos son Adidas Response Cushion 20 (€75,00) y Asics Gel Fuji Attack (€85,00), aunque puede ser cualquier otro tipo que tenga requisitos similares.

1 comentario:

  1. Tu publicación es muy completa pero me gustaría saber qué opinas sobre calzado en caso de que hubieras hecho el Camino en época más lluviosa como en primavera u Otoño. ¿Qué te habrías llevado?

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