Etapa 06: Navarrete - Sto. Domingo de la Calzada

Lunes, 18/06/2012
Distancia: 39,1 Kms
Me levanté mas temprano que otras veces (5:30), al mismo tiempo se despertó Kim, y poco después estábamos en la cocina preparando un desayuno rápido a base de yogurt natural y un vaso de zumo de naranja. Kim me comentó que estaba con un poco de dolor de pies todavía y que intentaría ir a un ritmo tranquilo para no lastimarse demasiado y así aguantar el resto de etapas hasta Santiago. Salimos juntos sobre las 6:30 por las todavía desiertas calles de un Navarrete que poco a poco iba amaneciendo. Abandonamos el pueblo por la carretera de Logroño y poco después entramos en un camino de tierra que nos llevaría entre viñedos, almendros y olivos hasta la localidad de Ventosa, donde llegamos sobre las 8 de la mañana.
Tras cruzar Ventosa, paramos un poquito para tomar unos tragos de agua en un recodo del camino donde había unos bancos y una fuente y me despedí de Kim, que con algunos dolores en las piernas, se quedó um poco para descansar. Me dijo que en esta etapa iría a caminar bastante poco y que posiblemente pararía en Nájera para descansar y reponer energías, así pues una vez más, me quedaba en solitario para andar el camino.
A lo largo del camino y en bastantes ocasiones anduve solo, y no sabría decir si eso, en conjunto,  es una ventaja o un inconveniente, pero que tiene ventajas e inconvenientes, eso es muy cierto. Cuando andas solo, vas a tu aire y eso repercute en que mantienes el ritmo que tu cuerpo te pide, que no siempre es lineal, a veces andas más rápido y otras vas un poco más despacio, dependiendo de la inclinación del terreno, la superficie del mismo, el estado de ánimo, el clima, y otros tantos factores. Cuando andas solo el camino a veces se hace pesado, pero tu cuerpo físicamente agradece el hecho de no ser forzado ni para ir más rápido, ni para ir más despacio. Tienes más momentos para reflexionar y para pensar, a tal punto que a veces no te das cuenta de que andas y cuando caes en la cuenta, han transcurrido cinco kilómetros sin enterarte. Por otro lado, cuando vas acompañado, puedes conversar, compartir experiencias, ayudar y ser ayudado, creo que generalmente en compañía las distancias se hacen más cortas, pero el cuerpo acusa más el esfuerzo de no siempre poder ir a tu ritmo. En fin, en mi caso, cuando estaba solo, estaba estupendo, y cuando estaba acompañado, estaba genial, y creo que ese enfoque positivo nace en el propio camino, te acompaña durante el mismo y te da tanta energía que a veces te dan ganas de salir corriendo... Contra más camino llevas andado, más energía acumulas y más ánimos tienes para continuar.
Bien, sobre las diez menos cuarto de la mañana, entré en Nájera, ciudad importante en el camino ya que Sancho el Mayor la hizo capital del Reino de Navarra y también hizo que el Camino de Santiago pasase por ella allá por el año 1000!, en fin... bastantes años de ciudad del camino.
En Nájera hago una parada para desayunar un bocadillo y un plátano, me acomodo en un banco en el lindo Paseo de San Julián, y cuando termino entro en un bar para tomarme un café con leche. Después de eso, continuo, atravesando el puente sobre el río Najerilla y llegando a la Iglesia de Santa María la Real sita en una plaza de gran atractivo histórico-cultural.
Al salir de Nájera, en una pequeña subida, me apareció de no sé donde un joven de aspecto oriental ofreciéndome un callado de madera... me pareció super gentil; el chico no sabía hablar español por lo que deduje, pero sus gestos eran elocuentes. Rechazé su oferta amablemente moviendo la cabeza de forma negativa; durante todo el camino no utilizé callado, ni palos de aquellos de tipo bastones de esquí que muchos peregrinos usan. Pensé que sin esos artefactos tendría menos peso y menos cosas para olvidarme; no sé si estoy en lo cierto o no, pero la verdad es que durante el camino no sentí falta de estos elementos de apoyo. Bueno, después de este incidente simpático, algunas cuestas y de nuevo camino entre viñedos con visuales de una belleza especial. Se siente una gran actividad agrícola y así se ven bastantes tractores y maquinaria del género a lo largo del recorrido. Justo a las doce del mediodía llego a Azofra; no paro... atravieso la aldea y continuo camino rumbo al destino final de etapa en Santo Domingo de la Calzada. Casi a las dos de la tarde llego a Cirueña. El camino es absolutamente espectacular en su visual, con extensos campos de trigo, algunos verdes, otros amarillos y gran cantidad de amapolas entre ellos. Un deleite visual. A partir de las 14:30, diviso al final de grandes rectas de camino de tierra entre campos de trigo, la ciudad de Santo Domingo de la Calzada presidida por la imponente torre de la Catedral, y a las tres de la tarde, después de atravesar un polígono agrícola-industrial, entro en ella.
Me hospedo en el albergue de La Cofradía del Santo, del cual había tenido muy buenos comentarios... y los merecía absolutamente. Me pareció impresionante por su limpieza, organización y modernidad. Es tan grande como organizado. Una vez acomodado, me fui a comer, y lo hice en el restaurante Los Caballeros, estupendo.
Ya de tarde me quedé paseando por Santo Domingo, ciudad de gran belleza que conserva el estilo de las antiguas aldeas del centro de España. Visité la Catedral, la calle Mayor, en fin, es una ciudad donde se puede usar y abusar de la cámara fotográfica. Sobre las 9 de la noche cené, y un poquito más tarde me fui a dormir, ya bastante cansado.

Puente sobre el río Najerilla (Nájera)

Iglesia de Santa María la Real (Nájera)

Detalle de un cardo en un viñedo (entre Nájera y Azofra)

Viñedos (Azofra)

Amapolas y Espigas (Cirueña)

Caminando entre campos y amapolas (Cirueña)

Paisajes cerca de Santo Domingo de la Calzada

Fachada de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada

Calle de Cristo (Santo Domingo de la Calzada)

Torre de la Catedral (Santo Domingo de la Calzada)