Bienvenidos. Hace algún tiempo realicé este singular camino, y me gustaría, compartir con vosotros, por un lado algunos datos técnicos que creo interesantes y por otro las vivencias, las situaciones, el conjunto de cosas que hacen del Camino una experiencia única que transciende la manera de ver la vida del peregrino y que va mucho más allá del mero hecho de caminar algunos kilómetros, de contemplar bellos paisajes, o de conversar con algunas personas, tanto hoy como desde hace siglos.
Bem-vindos. Já faz algum tempo que realizei este singular caminho e gostaria de compartilhar com vocês, por um lado alguns dados técnicos que acho interessantes e por outro as vivências, as situações, o conjunto de coisas que fazem do Caminho uma experiência única que transcende a maneira de ver a vida do peregrino e que vai além do simples fato de caminhar alguns quilômetros, de contemplar belas paisagens, ou de conversar com algumas pessoas, tanto hoje como desde há séculos.

jueves, 12 de julio de 2012

Etapa 10: Castrojeriz - Villalcazar de Sirga

Viernes, 22/06/2012
Distancia: 38,7 Kms
Me levanto a las 6 de la mañana y abandono el albergue a las 6:40. A la salida de la aldea voy con un caminar lento como de costumbre en el principio de cada etapa, y presto especial atención para descubrir si Jaques, a quien acompaño desde hace dos etapas, está ya en el camino. No lo encuentro, y ya no lo encontré más; realmente no supe nada más de él hasta mucho después, cuando, ya de vuelta en Brasil y viendo unas fotos que me envió por email el peregrino Inocencio, en una de ellas aparecía Jaques ya en Virgen del Camino sentado en la terracita de un bar, saboreando una cerveza y unos embutidos típicos de León.
Volviendo a la etapa de hoy, el inicio se perfila con una fuerte subida denominada Alto de Mostelares. Es una subida bastante constante en donde una indicación advierte al peregrino que las rampas alcanzan un 12% de desnivel. La subida la realizo en unos 40 minutos y, aunque tiene una dureza considerable, puede definirse como muy fácil por el hecho de ser de corta duración y de estar situada justo en el comienzo de la etapa, es genial porque permite calentar los músculos de las piernas ya de saque, y de esta manera hace que el resto de la etapa que es más en llano, sea mucho más llevadero y tranquilo.
La bajada a partir del Alto de Mostelares es fuerte y, como toda bajada de este tipo, incomoda bastante las rodillas y las piernas en general; personalmente creo que es mucho más duro para las piernas la bajada que la ascensión, tanto en este alto como en algunos otros con los que me deparé a lo largo del camino.
Una vez superada la parte de mayor desnivel de la etapa, el resto es bastante llano. Tras atravesar el puente sobre el río Pisuerga, entro en la provincia de Palencia y alcanzo la aldea de Itero de la Vega sobre las 9:20. Comienza una sucesión de grandes llanuras en donde el camino discurre por sendas de tierra entre campos de trigo y llego a Boadilla del Camino a eso de las once de la mañana. Justo a la entrada del pueblo existe un pequeño merendero en medio de un campo con algunas mesas y bancos tallados en piedra. Paro allí y me como un bocadillo. Continuo camino y al cabo de dos o tres kilómetros éste comienza a discurrir pegado al Canal de Castilla, tan pegado que si te descuidas un ápice, te caes dentro.
Ando durante un tiempo paralelo al canal y, sobre las doce y media, diviso las varias compuertas sucesivas que antaño eran utilizadas para facilitar la movimentación de las embarcaciones que transportaban materias primas a través de Castilla. Un pequeño puente atraviesa el canal y de esta manera llego a Frómista, ciudad entrañable, ya que fue en este lugar donde aproximadamente un año atrás, decidí en firme hacer el Camino de Santiago. Entro en la iglesia de San Martín de Tours para que me sellen la credencial y disfruto del momento mágico en esta ciudad de grato recuerdo para pasear y hacer algunas fotos. Sobre la una de la tarde, abandono Frómista.
Continuo ya con el objetivo en mente del final de la etapa de hoy, así a las dos menos cuarto paso por Población de Campos, como es un poco temprano para almorzar, decido ir hasta el próximo pueblo, Ravenga de Campos, por donde paso a las dos y media. Paro, pregunto a una señora que por allí pasaba, y, para mi sorpresa, me dice que hasta Villalcázar, no existen restaurantes, ya que los pueblos son tan pequeños, que ni restaurante tienen. Bueno, quedarte sin almuerzo a estas alturas, cuando tienes todo planeado para almorzar a unos 6 u 8 kilómetros del destino final, es un golpe que anímicamente te merma fuerzas, y hace que los últimos kilometros ya sin parada ni avituallamiento se hagan pesados y largos.
A las tres de la tarde pasaba por Villarmentero de Campos, a unos 4 km del final de la etapa, y justo a la entrada del pueblo divisé al pie de la carretera un albergue donde decía que se servían comidas rápidas; ni me lo pensé... entré directo. El interior era bonito y cuidado, parecia sacado de un cuento. Tenía jardin, una pequeña huerta, árboles frutales y una casa antigua donde estaba el bar e imagino que las habitaciones del albergue. En el comando un joven polaco con pelo cortado al estilo punk con cepillo central tipo casco de centurión romano y algunos tatuajes. Era muy simpático y amable. Me sirvió una ensalada en un cuenco de barro que, por sí sola ya valía por una comida. Todavía después pedi una tortilla de queso con pan y una jarra de vino, en fin, lo que parecía que iba a ser un día de abstinencia se salvó de una manera holgada. Cuando salí de allí ya todo se veía mejor, con la barriga llena, o por lo menos saciada. A las cinco menos cuarto llegaba a Villalcazar de Sirga.
Me hospedé en el albergue de La Casa del Peregrino, y cuando hice la inscripción y sellé la credencial la hospitalera me dijo que había otro peregrino brasileño, bueno, cuando subí para dejar la mochila me encontré con él y nos quedamos hablando un tiempo. Me dijo que iba con un grupo de italianos y que él, que se llamaba Evandro y una peregrina holandesa se habían quedado descolgados por causa de los problemas que tenía en los pies la holandesa y que la obligaban a caminar bastante lentamente. Hablé con ellos y juntos salimos a dar una vuelta por la ciudad y aprovechamos para comprar algunas provisiones para la cena. Durante la cena nos acompañaron una peregrina búlgara afincada en Austria, Karina, y los hospitaleros, un matrimonio super querido con quienes estuvimos conversando de las vicisitudes de gestionar un albergue hasta casi las diez de la noche. Tomamos unos cuantos vinos durante la cena y la sobremesa y también nos reímos bastante. Después nos fuimos a dormir.

Siga la flecha (subida al Alto de Mostelares)

En el Alto de Mostelares

Puente Fitero (Río Pisuerga)

Río Pisuerga (Itero de la Vega)

Pequeña aldea (cerca de Itero de la Vega)

El Camino y el Canal de Castilla (Frómista)

Esclusas del Canal de Castilla (s XVIII) (Frómista)

Iglesia de San Martín de Tours (s XII) (Frómista)

Cruz en el camino (Villarmentero de Campos)

Villalcázar de Sirga

1 comentario:

  1. Hola Catalao pesetero.... que ganas de darte un abrazo querido amigo.... da noiticias !!!

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