Bienvenidos. Hace algún tiempo realicé este singular camino, y me gustaría, compartir con vosotros, por un lado algunos datos técnicos que creo interesantes y por otro las vivencias, las situaciones, el conjunto de cosas que hacen del Camino una experiencia única que transciende la manera de ver la vida del peregrino y que va mucho más allá del mero hecho de caminar algunos kilómetros, de contemplar bellos paisajes, o de conversar con algunas personas, tanto hoy como desde hace siglos.
Bem-vindos. Já faz algum tempo que realizei este singular caminho e gostaria de compartilhar com vocês, por um lado alguns dados técnicos que acho interessantes e por outro as vivências, as situações, o conjunto de coisas que fazem do Caminho uma experiência única que transcende a maneira de ver a vida do peregrino e que vai além do simples fato de caminhar alguns quilômetros, de contemplar belas paisagens, ou de conversar com algumas pessoas, tanto hoje como desde há séculos.

domingo, 8 de julio de 2012

Etapa 14: Virgen del Camino - Astorga

Martes, 26/06/2012
Distancia: 42,2 Kms
Me levanto temprano, como siempre sin hacer ruido. Recojo mis cosas con cuidado: la mochila, el saco algunas ropas que estaban por la litera. Me ayudo con la linterna que llevo en la mochila, pues todavía no hay luz de día, y no quiero molestar al resto de peregrinos. Abro la puerta del dormitorio y dejo todo afuera. Me lavo y después plego el saco, me pongo los deportivos de andar y hago la mochila. Antes de salir del dormitorio había visto que Inocencio estaba todavía durmiendo, así que no lo desperté. Con todo recogido me voy a la parte gran salon-cocina de que dispone el albergue y me sirvo un vaso de chocolate de aquellos donde echas un euro en la máquina y sale la bebida calentita y bastante bebible. Mientras estoy en la cocina tomando el chocolate y  saludando a algunos peregrinos que empiezan a llegar con cara de sueño, aparece Inocencio y así puedo conversar un poquito con él y despedirme. Me dice que va a quedarse todavía un poquito en el albergue, y que después ya va a retornar para la ciudad donde vive, Coruña. Él es un típico peregrino que cada año hace una parte del camino, y la parte de este año terminaba en la ciudad que lo vió crecer y estudiar, Virgen del Camino. Es curioso imaginar como el albergue estaba situado exactamente en las dependencias de los dormitorios de la antigua escuela dominica donde estudió unas decenas de años atras, y donde también durmió, ya que era interno.
Salgo a las 6:05, todavía de noche en dirección a Hospital de Órbigo. Uso la linterna a veces para no perderme. Camino monónotono al lado de la carretera para comenzar. Poco antes de las siete de la mañana paso por Valverde de la Virgen, que recuerdo que era el lugar donde debería de haber terminado la etapa del día anterior, pero al final alteré los planos del trazado de etapas, por motivos de localización de albergues, y me quede en Virgen del Camino. Fue una suerte, porque así pude conocer a Inocencio. Sobre las siete y veinte paso por la aldea de San Miguel del Camino, siempre al lado de la carretera. El clima se está comenzando a mostrar que va a hacer un estupendo día de sol. Después de amanecer continúo caminando un buen rato, hasta que el sol comienza a calentar, entonces paro para quitarme el polar y para darme protector solar y continúo marcha. Debe ser poco antes de las nueve cuando llego a Villadangos del Páramo. Mucho calor. Engancho una recta interminable que mido con ayuda del pedómetro y para mi sorpresa calculo que tiene unos 5 Km, o una hora andando, todos ellos recorridos por un camino de tierra totalmente paralelo a la carretera. Cuando se cumplen las diez de la mañana llego a San Martín del Camino. Continúo caminando al ladito de la carretera. Un poco después de las once el camino se aleja de la carretera, y llega a Hospital de Órbigo sobre las 11,20 horas, tras atravesar un puente de piedra, llamado Puente del Paso Honroso, donde la calzada está construida en piedras grandes y redondas aglomeradas con cemento, del tipo de vía romana, bastante incómodas para andar. La ciudad es muy bonita. Me adentro por hacia el centro mientras mis pies se quejan al andar sobre las duras piedras que conforman la mayoría de las calles de esta ciudad. Paro en una especie de plaza al lado de la Iglesia de San Juan Bautista, donde están dispuestos unos largos bancos de madera ocupados tanto por frecuentes peregrinos como por lugareños más bien de la tercera edad que a estas horas de la mañana se distraen tomando el sol y conversando sobre diferentes temas. En la misma plaza hay una fuente de un diseño un tanto moderno donde aprovecho para llenar mis dos botellines de medio litro de agua. Me siento en un banco para descansar las piernas y pausadamente saco el bocadillo de la mochila que a estas alturas ya me había quitado de la espalda para acomodarla en el banco a mi lado, como compañera inseparable. Mientras termino de desayunar y descanso, veo a un joven llegar a la plaza por el mismo camino que yo venía. Se sienta en el banco cerca de mí, y comienza asimismo a sacar algunos víveres de su mochila. Comenzamos a conversar. Se llama Javier, un alicantino deportista acostumbrado según me dice a a carreras campo a través. Durante la charla me dice que su final de etapa también va a ser en Astorga, así que resolvemos ir juntos; de esta manera partimos rumbo hacia Astorga, que según mis datos se encuentra a unos 16 km.
Sol abrasador. Pasamos por Santibañez de Valdeiglesias sobre las 13,10, por San Justo de la Vega a las 3 de la tarde, para llegar a Astorga casi a las 4. La entrada a Astorga se hace bastante larga, pues atraviesa un polígono industrial que te hace sentir que estas llegando pero no es así; todavía falta un poquito. Imagino que el intenso calor contribuye a alargar esta llegada a Astorga. Cuando entramos en Astorga lo hacemos por la estación, en donde el puente sobre el tren tiene una serie de escaleras metalicas que van zigzageando para ganar altura sobre las vías, lo cual da una visión un poco surrealista de unos peregrinos caminando hacia la izquierda, otros a la derecha; unos subiendo, otros bajando. Finalmente llegamos a las calles que nos conducen al centro de la ciudad, ya bastante cansados. Son calles que serpentean y que me dieron la impresión de tener bastantes subidas y bajadas. Etapa durísima que terminamos después de recorrer un total de unos 46 Km.
Dejo mis cosas en el albergue de Siervas de María después de hacer la inscripción. La hospitalera es china y habla un español bastante rudimentario, pero da para entendernos. Salgo a toda prisa para el centro de Astorga y busco un restaurante para comer el ya acostumbrado menú del peregrino; por los pelos pero lo consigo en la Plaza de España en el restaurante del hotel Astur Plaza donde por cierto se come muy muy bien. Por la tarde nos damos una vuelta Javier y yo por la ciudad antigua para conocer la catedral, el palacio episcopal y otros puntos interesantes de esta ciudad histórica. Aprovechamos para conversar, descansar y sentarnos en alguna terracita para tomar unas cervezas.
Por la noche ya en el albergue, Javier me prepara una sopa que según él resucita a un muerto. Realmente está muy rica. Después preparo unos bocatas con unos panes y unos embutidos que había comprado en Astorga por la tarde, y abro también una botella de vino para acompañar. Mientras cenamos, entablamos conversación con una peregrina de Vic, llamada Beth. Esta sola porque ha perdido unos kilómetros atrás a una amiga que hacía el camino con ella y que había comenzado a tener molestias. Los tres conversamos mientras cenamos. Beth se muestra muy interesada en acompañarnos en la próxima etapa. Poco después nos vamos a dormir. El ambiente en este albergue es muy acogedor.

Riachuelo (cerca de Hospital de Órbigo)

Puente del paso honroso (Hospital de Órbigo)

Iglesia de San Juan Bautista (Hospital de Órbigo)

Puente sobre las vías del tren (Astorga)

Espantapájaros (Valdeiglesias)

Peregrino (Astorga)

Ayuntamiento (Astorga)

Plaza Santocildes (Astorga)

 Palacio Episcopal (Astorga)

Catedral (Astorga)

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