Etapa 16: El Acebo - Villafranca del Bierzo

Jueves, 28/06/2012
Distancia: 40,4 Kms
Me levanto sobre las 5 y poco, Javier ya está también recogiendo sus cosas y colocándolas en la mochila. Se comienzan a escuchar ruidos apagados en el cuarto; otros peregrinos también están comenzando a levantarse. En 15 minutos estamos listos en la cocina, cogiendo algunos yogures que habíamos dejado en la nevera y haciendo un desayuno rápido. Al poco Beth aparece con cara de sueño... su despertador no ha funcionado y se está levantando ahora. En fin, esperamos un poquito. Entre unas cosas y otras comenzamos a caminar a las 6 y media. Salimos del Acebo por la carretera LE-142. A las 7 y cuarto llegamos a la población de Riego de Ambrós, que a estas horas da la impresión de ser un pueblo fantasma a no ser por los peregrinos que estamos transitando por sus calles. La aldea es en su estructura muy parecida a El Acebo, con calles construídas en cemento más que en asfalto y casas de piedra oscura y techos de piedra, eso sí, siempre adornadas con rosales y algunas otras flores.
A partir de Riego de Ambrós el camino se separa de la carretera sin dejarla totalmente y entra en unos senderos entre matorrales con el piso totalmente irregular a veces tallado en la roca, de la misma manera que muchos trechos de la etapa de ayer. Fuertes bajadas serpenteando generalmente a unos 10 metros por encima de la carretera. Estas bajadas incomodan y obligan a realizar un esfuerzo extra en las piernas y principalmente en las rodillas. Javi sugiere bajar de una manera más rápida, casi corriendo para aliviar el esfuerzo y así lo hacemos. Correr a estas alturas, con 15 etapas a la espalda, y en bajada en terreno irregular se me antoja como mínimo extraño, pero realmente funciona. El ritmo fue muy rápido. Beth comenzaba a acusar el esfuerzo de la etapa de ayer y de la de hoy, pero continuaba firme.
Poco después de las ocho salimos de nuevo a la carretera y entramos en Molinaseca. una lindísima aldea típica de la región del Bierzo, donde la Iglesia de San Nicolás de Bari a estas horas de la mañana se refleja sobre el plata del río Meruelo creando unas fantásticas vistas. Como en las aldeas anteriores de esta comarca, muchas flores en las calles y en los balcones de las casas.
Pasado Molinaseca, continuamos camino ya directamente hacia Ponferrada, donde llegamos a las diez menos cuarto. Rápidamente alcanzamos las calles del centro y paramos en un supermercado para comprar pan, embutidos y queso. Paramos para comer los bocadillos recién hechos frente al Castillo de los Templarios, del siglo XII. Reanudamos camino y recorremos el casco antiguo hasta la Plaza del Ayuntamiento. Salimos de Ponferrada por la avenida de la Puebla. Circulamos por una calle ancha dentro de la ciudad; no tiene nada que ver con los caminos a los que estamos acostumbrados, pero a veces hay que atravesar núcleos urbanos, que se le va a hacer. Como dato anecdótico nos encontramos hasta una manifestación.
Esta calle ancha atraviesa el núcleo de Fuentes Nuevas y después continúa hacia Camponaraya, ciudad que alcanzamos pasada la una de la tarde.
A partir de aquí la carretera tiene algunas rectas largas donde caminamos bastante rápido. Beth, que durante toda la etapa se ha quejado constantemente de problemas de dolor en los pies, causados principalmente por ampollas, comienza a quedarse atrás. Abandonamos la carretera y cogemos un camino de tierra, volvemos al tipo de camino que a mí, y creo que a bastantes peregrinos nos encanta, con visuales bonitos llenos de viñedos y alejados de las ruidosas carreteras principales.
A las dos y media llegamos a Cacabelos. Beth está cansada y dolorida y opta por quedarse en un albergue de peregrinos de esta ciudad. Javi y yo continuamos un poco para encontrar algún restaurante en esta ciudad en donde comer, y lo encontramos.
Estamos cansados y hambrientos. Mucho camino de tierra y polvo en el día de hoy, y mucho sol. Entramos en el restaurante Parrillada Maite. Había menú del peregrino y también un menú especial de pulpo a feira. Como nos apetecían los dos, nos comimos un menu de pulpo para empezar y dos menus del peregrino cada uno para continuar, además de dos botellas de agua y dos de vino. En el camino el gasto energético es alto, así que hay que reponer fuerzas. Hoy nos recreamos en el almuerzo, también nos merecíamos una cosa así algún día! Terminamos de comer a las cinco. Justo cuando terminábamos, miro por la ventana afuera y veo a Beth pasando por la calle. Le hacemos gestos y entra al restaurante para quedarse un poquito con nosotros. Fue la última vez que la vi durante el camino. La comida terminó con cafecito y charla de sobremesa, y en estas condiciones, ¿quién continúa?, pues bien, continuamos.
Salíamos del restaurante a las cinco, y mi destino de fin de etapa estaba todavía a 8 kilómetros. Ahora ya solo con Javier continuamos caminando por una carretera entre campos donde abundan los cerezos, totalmente cargados de frutos maduros. Llegamos a Pieros a las cinco y media, y aqui el camino vuelve a la pista de tierra. Encontramos a una peregrina de la región, profesora, que ha aprovechado dos días libres para cubrir una o dos etapas del camino. Andamos con ella y los tres vamos conversando. Descubro que la rodilla derecha esta empezando a incomodarme, después supe que era un principio de tendinitis debido a los kilómetros andados desde ya hace unos cuantos días y también a las correrías de por la mañana de hoy en los caminos de piedras. Pasadas las siete de la tarde llegamos a Villafranca del Bierzo, punto final de mi etapa de hoy. En este punto me despido de Javier, que lleno de fuerza, continuará unos kilómetros más. Días después me dijo que en esta etapa cubrió una distancia de más de 53 km. La amiga profesora, también camina un poquito más en el día de hoy, ya que había comenzado su jornada de peregrina ya entrada la tarde.
Me quedo en el albergue municipal de Villafranca del Bierzo, dejo mis cosas y me bajo al centro de la ciudad para verla un poquito y comprar algo para la cena. Durante la bajada a la ciudad encuentro el Castillo Templario, que también en esta ciudad existe, así como algunos otros monumentos históricos. La ciudad tiene un marcado estilo medieval tanto en los edificios como en las calles; en la plaza donde se enclava el ayuntamiento hay una gran cantidad de terrazas de bares donde peregrinos, turistas y locales aprovechan el buen tiempo para tomar una tapa y una cerveza en estas últimas horas de la tarde. Dato curioso, el albergue tiene tan poca gente que el cuarto de 10 literas lo ocupo solo. Me siento como si estuviese en un hotel, pero echo de menos las conversaciones y la convivencia con otros peregrinos antes de dormir, algo que ya forma parte de una manera entrañable de mi día a día en el camino.

Riego de Ambrós

Bajadas accidentadas, camino irregular en dirección a Ponferrada

Molinaseca

Puente sobre el río Meruelo (Molinaseca)

Castillo Templario s.XII (Ponferrada)

Pausa para el bocadillo (Ponferrada)

Ayuntamiento (Ponferrada)

Río Sil a su paso por Ponferrada

Santuario de la V Angustia (Cacabelos)

Castillo (Villafranca del Bierzo)