Bienvenidos. Hace algún tiempo realicé este singular camino, y me gustaría, compartir con vosotros, por un lado algunos datos técnicos que creo interesantes y por otro las vivencias, las situaciones, el conjunto de cosas que hacen del Camino una experiencia única que transciende la manera de ver la vida del peregrino y que va mucho más allá del mero hecho de caminar algunos kilómetros, de contemplar bellos paisajes, o de conversar con algunas personas, tanto hoy como desde hace siglos.
Bem-vindos. Já faz algum tempo que realizei este singular caminho e gostaria de compartilhar com vocês, por um lado alguns dados técnicos que acho interessantes e por outro as vivências, as situações, o conjunto de coisas que fazem do Caminho uma experiência única que transcende a maneira de ver a vida do peregrino e que vai além do simples fato de caminhar alguns quilômetros, de contemplar belas paisagens, ou de conversar com algumas pessoas, tanto hoje como desde há séculos.

domingo, 15 de julio de 2012

Etapa 07: Sto. Domingo de la Calzada - Villafranca de Montes de Oca

Martes, 19/06/2012
Distancia: 34,6 Kms
Me levanté muy temprano (5:40), y después de hacer el aseo personal, bajé a la parte de la cocina para tomar un pequeño desayuno, ya que el día anterior había dejado unos zumos y unos yogures en la nevera. Ya en la cocina comencé a ver peregrinos calzándose las botas para iniciar el camino y para mi sorpresa, vi una cantidad grande de ellos vistiendo capa de lluvia... en fin, estaba lloviendo. Al principio piensas que es un engorro, pero también tenía el gusanillo de saber como es andar un día bajo la lluvia, vivir esa experiencia. Al final la lluvia no incide en nada en tus planes, y así como en la vida "real" la lluvia puede ser muy molesta para andar por la calle, aquí, descubrí que hace parte de tu camino de una manera tan natural como lo hace en el propio medio ambiente, si me fuerzan un poco la opinión, hasta me gustó andar con lluvia.
Bueno, pues después de calzarme las zapatillas deportivas de lluvia (solo diferentes por el color y por la dureza de la suela tal vez) me puse aquel chubasquero inmenso que lo cubre todo y, con un aspecto mitad monje franciscano mitad jorobado de Nôtre Dame, comenzamos todos los peregrinos en aquellas horas de la madrugada casi nocturna, una andanza que más bien parecía una procesión silenciosa de penitentes en Semana Santa, y que el perfil medieval de Santo Domingo a estas horas contribuía a potenciar de una manera intensa. De esta forma comenzó la etapa donde desfilando por las calles antiguas de Santo Domingo bajo la lluvia fina y la luz amarilla tenue de las farolas que daba un reflejo melancólico sobre el asfalto mojado de las calzadas, fui a salir a un camino de tierra que se adentraba rumbo a la próxima aldea, Grañón.
El chubasquero grande, o la capa de peregrino como se le llama a veces, es muy práctico porque no te mojas, pero tiene el inconveniente de que no te deja transpirar demasiado, de manera que cuando terminas el día, necesitas una ducha de una manera bastante más urgente que en una situación de no lluvia.
El camino una vez fuera de Santo Domingo es durante un corto trecho paralelo a la carretera nacional; doy los buenos días a varios peregrinos, con el típico saludo de "buen camino!" y uno de ellos comienza a conversar conmigo mientras andamos; es José Ángel, un peregrino de Navarra a quien acompaño mientras hablamos por espacio de unas dos o tres horas más o menos. El camino, tras abandonar la carretera entra en una pista de tierra muy cómoda para andar, sin piedras, todo lo más gravilla fina. El mojado del suelo hace que la pisada sea más suave.
El visual se hace especialmente lindo cuando despues de amanecer comienza a ser iluminado por rayos de sol que pretenden hacerse paso entre las nubes de lluvia. Esta amenaza de temporal mezclada con la luz directa del sol hace que el paisaje tenga una belleza espectacular. El verde de los campos y el amarillo del trigo en conjunto con la niebla que desciende por las laderas de la montaña hace que tanto José Ángel como yo no prestemos demasiada atención al camino y como resultado de eso, en un momento determinado, descubrimos que estamos perdidos.
Ya fuera de rumbo, fuimos a dar en un pueblo (Villarta-Quintana) y sin saber en que dirección ir me vi obligado a usar el GPS del móvil para poder localizarnos... mientras tanto, el navarro había descubierto unos cerezos maduros en esta aldea, de manera que ya perdidos, nos pusimos morados de cerezas... no hay mal que por bien no venga.
De nuevo en la ruta correcta llegamos a Redecilla del Camino, sobre las diez y cuarto. Paramos a la entrada de la aldea en una especie de plaza donde había un bar-tienda-oficina de turismo para comprar un bocadillo y de esta manera sentarnos en un banco al lado de una fuente para desayunar. Después continué el camino solo. José Ángel se quedó un ratito más para descansar.
Tras pasar por Castildelgado a las once, Viloria de Rioja a las once y media y Villamayor del Río a las doce del mediodía, llegué a Belorado sobre la una de la tarde.
Hice la parada del almuerzo en esta aldea, en el restaurante Bulevar, de atendimiento desangelado y comida triste y servida sin ganas. No lo recomiendo, pero por lo menos fue bueno para descansar y estirar las piernas. Todavía me restaban unos 12 km hasta mi destino final de hoy.
Después de almorzar y descansar un poco, proseguí marcha ya de tarde y con más lluvia. Pasé por Tosantos a las tres. Sobre las cuatro menos cuarto entraba en Espinosa del Camino, con las piernas ya bastante cansadas y la lluvia que no paraba de caer.
Finalmente a las cinco menos cuarto y con dolor en la pantorrilla izquierda entraba en la localidad de Villafranca Montes de Oca, destino final de la etapa de hoy, que en su parte final se me hizo especialmente pesada. Me hospedé en un albergue que hacía parte de un hotel llamado San Antón Abad. Las dependencias del albergue comunicaban con las del hotel, de manera que te podías pasar al gran salón-recepción del hotel, de aspecto amplio y señorial, y pedirte una cervecita mientras utilizabas los servicios de wi-fi. Este hotel se enclava en el edificio del antiguo Hospital de San Antonio Abad, del siglo XVIII.

Salida en la lluvia (albergue Cofradía del Santo - Santo Domingo de la Calzada)

Amanecer lluvioso (Santo Domingo de la Calzada)

Caminando en la lluvia (Santo Domingo de la Calzada)

Cerca de Grañón

Niebla, lluvia y sol (Morales)

Entre amapolas y campos de trigo (cerca de Carrasquedo)

Iglesia parroquial de San Gil (Villamayor del Río)

Tosantos

Iglesia de San Esteban (Villambistia)

Iglesia de Santiago (Villafranca Montes de Oca)

3 comentarios:

  1. As fotos estão lindas!
    Somente agora conheci o blog, parabéns!
    Grande abraço,
    Jussara

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  2. Un blog útil y muy completo. Nos hemos tomado la libertad de utilizar una de tus fotos para ilustrar un post en nuestro blog Los Hitos del Camino. Esperamos que no te moleste...
    Muchas gracias. Elena, de Los Hitos del Camino:
    http://hitosdelcamino.blogspot.com.es/2013/04/villafranca-de-montes-de-oca-restos-de.html

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